¡Desarme ahora!

Omar Trejo Valdez, cp

Entre los gritos de sufrimiento de nuestro mundo, uno de ellos es muy fuerte: ¡Ya no más violencia!, ¡desarme ahora! En la 62 Conferencia de las Organizaciones No Gubernamentales (las famosas ONG) que se encuentran afiliadas a la ONU, llevada a cabo en la Ciudad de México del 9 al 11 de septiembre de 2009, noté que muchas personas se encuentran preocupadas por la realidad de la violencia. Estas organizaciones, entre las que se encuentra “Pasionistas Internacional”, trabajan en diferentes campos para poner su granito de sal y con mucha esperanza y paciencia tratar de cambiar la realidad.

En países de América Latina como México, tenemos gastos militares innecesarios. Digo esto porque hay necesidades más urgentes como la alimentación, educación, los servicios médicos, cuidar el medio ambiente, hacer uso apropiado de los recursos naturales y proporcionar una vivienda digna que requieren millones de personas en nuestros países. ¿De quién o de qué nos va a proteger el ejército nacional? Si no cuidamos las necesidades básicas para el desarrollo que he mencionado, el ejército tendrá que seguir haciendo planes de emergencia para ayudar a la población . Y así, año tras año se repetirá la misma historia. Debería haber, como dijo un panelista, “un desarrollo humano como sinónimo de seguridad global”, que incluya a todas las personas y a todos los países.

El tema central de los foros y talleres fue “el desarme ahora”. Cada año mueren por homicidio, suicidio y asesinato, usando armas convencionales o pequeñas, más de 740, 000 personas. Este número supera al número de personas que mueren en las guerras. Un dato interesante es que 44 empresas Estadounidenses representan el 61% de las empresas que venden armas en el mundo. Es la vergüenza de la ONU que un miembro del consejo permanente y en donde se encuentra la sede, de el mayor mal ejemplo. Y no se hable de la irresponsable experimentación nuclear y de armas biológicas...

Ciertamente, ante tal situación, los gobiernos tienen una responsabilidad mayor, las ONG's y la ONU deben usar su fuerza diplomática y popular para presionar y crear políticas internacionales y acciones diferentes que lleven a los gobiernos a cambiar de opciones. Es importante crear una cultura en la que tener armas no sea algo normal, ¡no es normal, la televisión, los videojuegos y miles películas nos han hecho creer que sí! Las personas comunes y corrientes no tenemos menos responsabilidad que los gobiernos. Hoy más que nunca hay esperanza y propuestas para crear algo nuevo que nos permita resucitar nuestra vida y la historia de tantas personas que son víctimas de un gran sistema mundial de violencia. Pues “los pueblos hacemos la historia. Aunque tengamos malos líderes políticos, a nosotros nos toca hacer la historia”.